fue de Jesús. Si la primera etapa sirve para que la gente pueda investigar libremente, en la segunda etapa Jesús define la naturaleza de la relación mediante un llamamiento ante el que se debe tomar una decisión: “Sígueme” (Juan 1:43; Marcos 1:20; 2:14; Lucas 9:59; Mateo 8:21; 19:22). Hablando a la multitud, Jesús dice: “Si alguno quiere ser mi discípulo, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9:23). La definición léxica de “discípulo” (matetes) “siempre implica la existencia